lunes, 4 de noviembre de 2013

La Leyenda de la Cara del Moro


Hay imágenes que te atrapan, te fascinan desde la primera vez que las contemplas. Esta además tiene sus propia Leyenda...


Hace muchos años, cuando Bañeres se llamaba todavía Beni-heres y no era más que una fortaleza morisca, vivía en el castillo Haroun Beik, caudillo militar y caíd de aquel pequeño poblado que se agrupaba en torno a un castillo.Haroun Beik era amado y temido a la vez por los habitantes de Beni-heres. Valiente y esforzado, nadie como él sabía organizar batidas por los alrededores para limpiar la comarca de las cuadrillas de bandidos; nadie como él para resistir los ataques de los cristianos. También nadie como él para mostrarse inflexible,sin ningún sentimiento de piedad cuando había tomado una decisión cualquiera, su carácter duro y enérgico le convertía en irrevocable y todos debían obedecer sin protestar.
Únicamente tenía un punto por donde mostraba ternura y bondad: su  hija Kediya. Ella era su mayor tesoro, el recreo de sus ojos y la alegría de su corazón. Kediya famosa por su hermosura y la gracia de sus movimientos, tenía un enorme cariño y una gran admiración por su padre, al cual ayudaba y consolaba en los momentos difíciles.
Pero la hija del caudillo árabe tenía además, una pasión irresistible: la danza. Su cuerpo joven y ágil se entregaba a los giros y pasos del baile con un ritmo y una armonía tales que maravillaba a cuantos la veían. A su padre le gustaban mucho sus danzas.Cuando regresaba de alguna expedición guerrera, solía pedir que bailase para él y sus soldados y así lo hacía la niña, borrando con su arte el cansancio de los guerreros.
A Haroun y sus soldados les complacía sobre todo, una danza que Kediya había inventado en una ocasión en la que los de Beni-heres habían logrado una gran victoria sobre un caíd rival. 
La muchacha, llena de alegría por el triunfo de su padre, tomó de sus manos la bandera que siempre presidía sus batallas y se puso a bailar con ella, volteándola sobre su cabeza, haciéndola subir y bajar y describir en el aire mil figuras caprichosas. Desde entonces, la danza de la bandera no faltaba ya en ninguna ocasión de fiesta.
Pero todo no era felicidad en Beni-hares, Ahmen Asan, lugarteniente de Haroun y uno de sus amigos más queridos, tenía el corazón envenenado por la envidia. Muchos favores había recibido Ahmed de su jefe, pero todos los había olvidado para dejar lugar en su pecho al odio y al aborrecimiento. Tras mucho pensarlo, decidió dar muerte a Haroun y proclamarse sucesor suyo, intentando convencer al pueblo de que Haroun pensaba traicionarles haciéndose cristiano.
Kediya, que velaba siempre por su padre advirtió algo raro en la actitud de Ahmed; un cambio que le parecía sospechoso y decidió comunicárselo a su padre.
-Padre- le dijo- he notado que Ahmed ya no es el mismo de antes.Cuando te habla, no levanta sus ojos hacia los tuyos; y siempre parece huirte. Guárdate por tanto de él.-Kediya, hija mía- contestó su padre- tu amor por mi te hace ver peligro donde no lo hay.Nada le ocurre a no ser que ande enamorado y que como imagino, seas tú el objeto de su amor. Si es así, prepárate para ser su esposa, nada me complacería tanto momo ese matrimonio-.
Kediya siempre obediente y humilde, guardó silencio ante las palabras de su padre, pero se propuso vigilar por sí misma.
Y así sucedió que llegó el día que se conmemoraba  en Beni-heres la llegada del verano. Por voluntad de Haroun, Kediya había de danzar ese día para el pueblo entero. 
Kediya danzó al son de los compases alegres y vivos de los instrumentos moriscos. Cuando ya la animación había llegado a su punto álgido, Kediya comenzó su famosa Danza de la Bandera.
La bandera volaba, se plegaba,...Todo el pueblo contemplaba en silencio este espectáculo incomparable, cuando de pronto...Fue algo rápido. Se oyó un grito femenino; Kediya, en uno de sus giros quedó un instante colocada delante de su padre,...Y casi en ese mismo segundo, cayó al suelo pesadamente.
Se produjo una gran confusión, Al poco, unos soldados trajeron preso a Ahmed Asan, todavía con el arco entre las manos. El era quien había lanzado la flecha dirigida a Haroun, y Kediya, la única que advirtió el movimiento, no halló más remedio para evitar la muerte de su padre, que ponerse delante de él para que su cuerpo recibiera la flecha.
El pueblo estalló en gritos de indignación, pidiendo a voces el castigo al asesino. Mientras, Haroun alzaba en sus brazos el cuerpo inánime de su hija. Haroun pidió a sus súbditos que decidiesen por sí mismos el castigo que merecía el traidor Ahmed.
El pueblo de Beni-heres acordó unánimemente que el traidor debía ser despeñado desde las almenas más altas del castillo. Después de hecho esto, Haroun Beik hizo esculpir en la roca de la base del castillo el perfil del traidor, para que fuera recordado el castigo a su crimen  y este perviviera en la inmensidad de los tiempos.
Desde entonces, la Danza de la Bandera se convirtió en un rito invariable en cada festividad popular. Era ejecutado por un soldado, el que más se había distinguido por su valor. 
Esta costumbre ha pasado a las fiestas de Moros y Cristianos de Bañeres de Mariola, que se celebran en honor a San Jordi, de manera que, el acto de "Bailar la Bandera" se podría considerar como un recuerdo de aquella ceremonia o danza árabe.

En verano del 2007, contemplé por primera vez la imagen de la Cara del Moro, cuando estaba realizando una visita turística a la población. En un momento del recorrido la guía nos hizo detener y nos dijo mirad allí y la imagen me fascinó, nos contó que se llamaba "La Cara del Moro" y que había una Leyenda entorno a ella pero que desafortunadamente no la conocía, ya que hacía pocas semanas que estaba haciendo sus prácticas allí...Yo me quedé intrigada y una tarde a principios del año 2008, me acerqué hasta la Biblioteca y archivos municipales para investigar si había algún documento que hablase sobre Leyenda...Nuevamente esta información se haría de rogar ya que la encargada del archivo estaba enferma pero la bibliotecaria se ofreció a investigar y cuando tuviese la información me la mandaría vía email.
Y cumplió su palabra un mes después aproximadamente recibí con gran alegría "La Leyenda de la cara del Moro".Y esta ha permanecido en un rinconcito de la memoria de mi portatil hasta hoy, que he decidido que debía publicarla, que debía compartirla...
No sé si será realidad o ficción, yo quiero pensar que fue verdad, que todo cuanto se cuenta ocurrió y recomiendo a todo aquel que pueda se acerque hasta la población.
Ya que su Castillo,su Museo Papelero, el area recreativa "El Molí de l'Ombria"..., bien merecen una visita a Bañeres de Mariola el pueblo con las cuestas mas pronunciadas de la provincia de Alicante.







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